Las infecciones vaginales más comunes se deben en general al crecimiento desmedido
de microorganismos que normalmente están presentes en la vagina. Pueden ser o no
ser de transmisión sexual. Estas infecciones más frecuentes son la candidiasis (también
denominada infección por levaduras o muguet) y la vaginosis bacteriana. La candidiasis
no suele ser de transmisión sexual. En investigaciones recientes se ha relacionado
la vaginosis bacteriana con el comportamiento sexual, pero incluso las mujeres que
nunca han tenido relaciones sexuales pueden, en raras ocasiones, presentar una
vaginosis bacteriana.

  • En la mayoría de los lugares, estas infecciones son mucho más comunes que las ITS.
    Los investigadores calculan que 5-25% de las mujeres presentan vaginosis bacteriana
    y que 5-15% tienen candidiasis en un momento dado.
  • El flujo vaginal debido a estas infecciones puede ser similar al flujo causado por
    algunas ITS, como la tricomoniasis. Es importante tranquilizar a las usuarias que
    presentan estos síntomas indicándoles que quizá no tengan una ITS, en particular
    si no tienen ningún otro síntoma y corren un riesgo bajo de contraer ITS.
  • La vaginosis bacteriana se puede curar con antibióticos; la candidiasis se
    puede curar con medicamentos antifúngicos como el fluconazol. Sin tratamiento,
    la vaginosis bacteriana puede provocar complicaciones en el embarazo y la
    candidiasis puede transmitirse al recién nacido durante el parto.

Lavar la zona genital externa con jabón no perfumado y agua limpia, así como abstenerse
de usar duchas, detergentes, desinfectantes, o agentes de limpieza o de secado vaginales,
son buenas prácticas de higiene. Además, pueden ayudar a algunas mujeres a evitar las
infecciones vaginales.