1.   Ayude a que la mujer se sienta bienvenida, segura y con libertad para hablar.

Ayúdela a sentirse cómoda para hablar libremente acerca de cualquier asunto personal, incluida la violencia. Garantice a cada mujer que su visita será confidencial.

Dele a la mujer la oportunidad de hablar sobre los temas que la preocupan—por ejemplo, las actitudes de su pareja respecto al uso de la planificación familiar o cualquier posible problema con el uso de la planificación familiar—o pregúntele si hay algo que le gustaría comentar. La mayoría de las mujeres no mencionarán que están siendo maltratadas, pero algunas pueden hablar del tema si se les pregunta. Esté alerta a los síntomas, las lesiones o los signos indicativos de violencia. La violencia en el hogar puede llevar a la mujer a rechazar un método específico de planificación familiar o a insistir en utilizar uno en concreto, a resistirse al asesoramiento en materia de planificación familiar, o a insistir en la reversión de la esterilización femenina. El hecho de que la mujer tenga muchos embarazos en poco tiempo o muchas solicitudes de interrupción del embarazo también puede ser indicativo de violencia en el hogar (Desde luego, podría haber muchas otras razones para estas preferencias y comportamientos).

2.   Si usted sospecha que puede estar sufriendo violencia, pregúntele al respecto.

Algunos consejos para plantear el tema de la violencia:

  • Para aumentar la confianza, explique por qué le está preguntando: porque quiere ayudar.
  • Use un lenguaje con el que usted se sienta cómodo y que mejor se adapte a su propio estilo.
  • No haga este tipo de preguntas en presencia de la pareja de la mujer o de alguna otra persona o cuando no se pueda garantizar la privacidad.

Para averiguar si una usuaria es víctima de la violencia de la pareja y para ayudarla a revelar que está sufriendo violencia, usted puede abordar primero este tema de forma indirecta. Por ejemplo, puede decirle:

  • “Muchas mujeres tienen problemas con su marido o su pareja o con alguien con quien viven.”
  • “He visto a mujeres con problemas como los suyos que han tenido problemas en casa.”

Puede continuar con preguntas más directas, como estas:

  • “¿Tiene miedo de su marido (o pareja)?”
  • “¿Su esposo (o pareja) o alguna otra persona en su casa la ha amenazado alguna vez con hacerle daño o de hecho le ha producido, de alguna manera, algún daño físico? Si ha sido así, ¿cuándo ha sucedido?”
  • “¿Su esposo (o pareja) o alguien en su casa la intimida, la insulta o trata de controlarla?”
  • “¿Su esposo (o pareja) la ha forzado a tener relaciones sexuales o a tener algún contacto sexual que usted no quisiera?”

Para explorar más a fondo cómo afecta la violencia a la vida sexual y reproductiva de la mujer, puede hacerle estas 4 preguntas:

 

  1. ¿Alguna vez su pareja le ha dicho que no use anticonceptivos, le ha impedido que tenga acceso a un método anticonceptivo, o le ha ocultado o quitado el anticonceptivo?
  2. ¿Alguna vez su pareja ha intentado forzarla o presionarla para que se quede embarazada?
  3. ¿Alguna vez su pareja se ha negado a usar un preservativo?
  4. ¿Alguna vez su pareja la ha obligado a tener relaciones sexuales sin usar métodos anticonceptivos para que usted se quede embarazada?
“¿Debo preguntar a todas las mujeres a las que atienda acerca de la violencia?”

Los proveedores de atención de salud deben preguntar sistemáticamente a todas las usuarias acerca de la violencia solo si están capacitados para preguntar al respecto y ofrecer apoyo de primera línea; si se pueden garantizar la privacidad y la confidencialidad; y si se cuenta con vínculos para la derivación a otros servicios de apoyo.

3.   Ofrezca apoyo de primera línea.CounselingDomesticViolence

Su respuesta a una mujer que revele que está sufriendo violencia debe consistir en ofrecerle apoyo de primera línea. El apoyo de primera línea proporciona atención práctica y responde a las necesidades emocionales, físicas, y de seguridad y apoyo de la mujer, sin entrometerse en su privacidad.

  • El apoyo de primera línea es la atención más importante que usted puede proporcionar. Incluso si esto es todo lo que puede hacer, habrá ayudado mucho a la mujer a la que atiende. El apoyo de primera línea consta de 5 tareas sencillas: Atención al escuchar; No juzgar y validar; Informarse sobre las necesidades y preocupaciones; Mejorar su seguridad y Apoyar. Las letras de la palabra “ANIMA” ayudan a recordar.
ATENCIÓN AL ESCUCHAR

Escuche a la mujer atentamente, con empatía y sin juzgarla. Dele la oportunidad de decir lo que quiera en un lugar seguro, confidencial y privado a una persona afectuosa que quiera ayudar. La escucha es la parte más importante de una buena comunicación y la base del apoyo de primera línea. Si la mujer no quiere hablar de violencia, asegúrele que usted está a su disposición cuando le necesite.

NO JUZGAR Y VALIDAR

Demuéstrele que la entiende y le cree. Validar la experiencia de otra persona significa hacerle saber que usted está escuchando atentamente, que entiende lo que dice y que cree lo que dice sin juicios ni condiciones.

Algunas cosas importantes que usted puede decir:

– “No es su culpa. Usted no tiene la culpa.”

– “Esto les sucede a muchas mujeres.”

– “Usted no está sola y puede contar con ayuda.”

INFORMARSE SOBRE LAS NECESIDADES Y PREOCUPACIONES

Evalúe sus diversas necesidades e inquietudes y deles respuesta. Cuando escuche el relato de la mujer, preste especial atención a lo que dice sobre sus necesidades y preocupaciones, y atienda también a lo que no dice pero insinúa con palabras o con el lenguaje corporal. Ella puede informarle sobre sus necesidades físicas, emocionales o económicas, sus preocupaciones respecto a su seguridad o sobre el apoyo social que necesita.

Respete la capacidad y el derecho de la mujer de tomar sus propias decisiones acerca de su vida.

MEJORAR LA SEGURIDAD

Comente con ella un plan para evitar que sufra más daños si se vuelve a producir una situación de violencia. Explíquele que no es probable que la violencia infligida por su pareja se detenga por sí sola. Tiende a continuar y puede empeorar y ocurrir con más frecuencia. Puede preguntarle, por ejemplo:

– “¿Usted o sus hijos están ahora en peligro?”

– “¿Cree que es seguro volver a su casa?”

– “¿Tiene algún amigo o familiar que pueda ayudarla con la situación que tiene en casa?”

Si la mujer se enfrenta a un peligro inmediato, ayúdela a considerar diferentes medidas que puede adoptar. Si no está en peligro inmediato, ayúdela a elaborar un plan a largo plazo.

APOYAR

Apoye a la mujer ayudándola a obtener información, a ponerse en contacto con los servicios y con el apoyo social.

Las necesidades de las mujeres generalmente van más allá de lo que usted puede proporcionar en el consultorio. Usted puede ayudar comentando con la mujer sus necesidades, informándole sobre otras fuentes de ayuda—alojamiento, servicios sociales, protección infantil, policía, asistencia legal, ayuda financiera, apoyo de pares—y asistiéndola para que obtenga ayuda si así lo desea.

4.   Proporcione la atención adecuada. Adapte la atención y el asesoramiento a las circunstancias de cada mujer.

  • Trate cualquier lesión que presente o asegúrese de que reciba tratamiento.
  • Comente con ella cómo puede tomar las mejores decisiones para la planificación familiar en sus circunstancias.
    • Si quiere utilizar un método que sea difícil de detectar por su pareja o en el que no pueda interferir su pareja, un inyectable puede ser su mejor opción. También podría hablarle sobre los DIU y los implantes. Asegúrese de señalar que en ocasiones incluso estos métodos pueden detectarse.
    • Aclárele que estos métodos no la protegen contra las ITS, incluida la infección por el VIH. Los preservativos son el único método de planificación familiar que protege contra las ITS y el embarazo. Proporcione información y ofrezca la derivación a servicios de apoyo, si los hubiera, para el empoderamiento de las mujeres y el fortalecimiento de las competencias para negociar el uso del preservativo y prácticas sexuales más seguras.
    • Proporcione las píldoras anticonceptivas de urgencia si fuera apropiado y si la mujer quiere.

5.   Documente el maltrato que ha sufrido la mujer.

Documente cuidadosa y confidencialmente los antecedentes de maltrato sufrido por la mujer, además de sus síntomas y lesiones y la causa de las lesiones si fuera pertinente. Registre qué relación existe entre el agresor y la mujer.

 

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