Una mujer o un hombre que estén planteándose la esterilización deben pensar con detenimiento: “¿Es posible que quiera tener más hijos en el futuro?”. Los proveedores de atención de salud pueden ayudar a los usuarios a meditar sobre esta cuestión y a tomar una decisión informada. Si el usuario o la usuaria están considerando la posibilidad de tener más hijos, sería mejor elegir otro método de planificación familiar.
Puede ser útil hacer algunas preguntas. El proveedor podría preguntar:
- "¿Quiere tener más hijos en el futuro?"
- "Si no, ¿cree que podría cambiar de opinión más adelante? ¿Qué podría hacerle cambiar de opinión? Por ejemplo, suponga que alguno de sus hijos muriera?"
- "¿Imagínese que pierde a su cónyuge y que se vuelve a casar?"
- "¿Su pareja quiere tener más hijos en el futuro?"
Cuando los usuarios no puedan contestar estas preguntas, habría que alentarles a meditar más sus decisiones acerca de la esterilización.
En general, las personas que tienen mayor probabilidad de lamentar la esterilización:
(Ninguna de estas características descarta la esterilización, pero los proveedores de atención de salud deberían asegurarse especialmente de que las personas con estas características tomen decisiones informadas y meditadas.)
- son jóvenes;
- no tienen hijos o tienen pocos hijos;
- acaban de perder a un hijo;
- no están casadas;
- están teniendo problemas conyugales;
- tienen una pareja que se opone a la esterilización.
Asimismo, en el caso de la mujer, justo después de un parto o un aborto, es un momento conveniente y seguro para la esterilización voluntaria; sin embargo, es más probable que las mujeres esterilizadas en ese momento lo lamenten más adelante. Un asesoramiento minucioso durante el embarazo y el hecho de haber tomado la decisión antes del parto ayudan a evitar que se lamente posteriormente la decisión tomada.
La decisión sobre la esterilización corresponde únicamente a las usuarias y los usuarios
El hombre o la mujer pueden consultar a su pareja y a otras personas acerca de su decisión de someterse a la esterilización, y pueden considerar sus opiniones, pero nadie —la pareja, otro miembro de la familia, un proveedor de atención de salud, un líder de la comunidad o cualquier otra persona— puede tomar la decisión por ellos. Los proveedores de planificación familiar tienen el deber de asegurarse de que la decisión a favor o en contra de la esterilización la tome el usuario o la usuaria y que no sean presionados ni forzados por nadie.
|